Seguir soñando

En el funeral de una anciana muy querida en el barrio, Diógenes hablaba con una joven.
- No es común ver a gente joven en los funerales, salvo los descendientes, claro - dijo Diógenes sabiendo que la muchacha era amiga de la vieja.
- Ya, supongo que no tendremos la misma percepción de la muerte a los cincuenta.
- Algunos viejos van sólo por el hecho de poder ir, como celebrando que no es en su memoria la libación del vino.
- ¿Y tú, Diógenes, qué crees que hay después de la muerte? - pregunta la chica ante el descreimiento de Diógenes en las fantasías de las religiones.
- No lo sé, lo más parecido a estar muerto es estar durmiendo, me gustaría creer que después de morir podré seguir soñando.

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