Mapa mundi bocabajo


Como todos saben, el Universo no tiene arriba ni abajo, ni derecha ni izquierda, aunque posiblemente sí tenga centro y periferia. Entonces, así sería nuestra idea del mundo si los mapas los hubieran inventado los sudafricanos en lugar de los europeos.

Todo nuestro ideario puede cambiar con tan sólo pulsar un botón en nuestra mente: el clic de la imaginación, el resorte del inconformismo, la voluntad de la heterodoxia... Los mapas adolecen de eurocentrismo y la Tierra es esquilmada por un predador antropocentrismo. Mientras tanto, las corporaciones públicas y privadas, los poderes fácticos y económicos, refundarán un capitalismo más atroz si cabe, más antropomórfico pero menos humano. Rodeado de nublos, no quiero ser agorero, pero veo un mundo bocabajo.

¿Hacia dónde vamos? En nuestro extraño viaje de vida, parece probable que todos llegaremos a ser gas (los pedos son la evidencia), pero la cuestión es cómo y cuándo. El ciudadano consumista del siglo XXI se enfrenta a la rebelión de los parias, a la catástrofe en la puerta de casa, al terremoto y a la muerte violenta, y con las escrituras de propiedad manchadas de sangre en la mano, como un niño inocente, se preguntará: cómo ha podido suceder.

No somos inocentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario