La presa del río (en 3 actos)

Primer Acto:

[Voz en off de la Razón Humana]

¿Qué? Una presa

Presas, represas, embalses y pantanos hay de muy diversos tipos y finalidades. Sería ingenuo no reconocer las bondades del embalsado de agua para el abastecimiento humano, la agricultura y el aprovechamiento energético. A pesar de que hay conciencia que una presa siempre causará daños medioambientales y modificará los ecosistemas aguas arriba y aguas abajo, podemos considerar la ingeniería hidráulica como un signo de civilización. PRESA SÍ.

¿Cómo? Con el dinero público

Lo colectivo siempre será moralmente superior a lo privado. Todo para todos. Por lo privado se sabe a qué precio se venden las botellitas de agua envasada, y por iniciativa privada nunca se construirán obras de esta envergadura si no hay detrás pingües e individuales beneficios económicos. Arriba el agua embalsada, abajo el agua envasada. PRESA SÍ.

¿Para qué? Para proteger de las avenidas del río

En principio nadie debería protegerse de las avenidas de un río si previamente no se ha invadido su legítimo cauce. Pero además son viviendas ilegales, sin permiso, ni autorización, ni proyecto, ni visado, ni planificación...

Segundo Acto:

[Diálogo con el perro]

–¡Eh! ¿y esto se permite?, lo de las construcciones ilegales.

–Bueno, lo permiten los jueces porque empezaron a construir los policías, los militares y la burguesía, a éstos siguieron el pueblo llano para emularlos, ahora no se sabe muy bien quién es quién.

–Pero, ¿y el conocimiento previo del peligro de riada?

–No, aquí no hay conocimiento, somos ciudadanos idiotizados, consumidores del siglo XX. Nadie nos avisó y dudo que le hubiésemos hecho caso, además pensábamos que el río ya se había secado para siempre.

­–¿Un río secándose para siempre? –incrédulo, el can.

–¡Ea! ­–asintió el hombre con cara de lerdo.

–Pues sí que sois imbéciles.

­–Ya, pero somos muchos, muchos votos del pueblo llano... ¿no sé si me entiendes?

–Dudo que seáis tantos y mucho menos que sepáis dónde estáis y mucho menos aún, que seáis pueblo llano... si acaso, piojos revividos. ¿Y qué opina el río?

­–De vez en cuando, en la época de lluvias nos dice: Aquí estoy yo. Por eso queremos la presa, para callarlo.

–También dicen que hay parajes de inigualable belleza geológica, pinturas rupestres y restos de poblados de los muertos del pasado.

¡Bah!... Cuatro pintarrajos en las cuevas y un barranco sin más.

–Creía yo que los humanos íbais a mejor, que con vuestras leyes y vuestro ingenio habíais alcanzado la razón y la civilización. Veo que no, que sois capaces de cometer los mayores despropósitos contra vosotros mismos y contra la natura –sentenció el chucho.

Tercer Acto:

[Dictamen de la Razón Natural]

Porque no hay razón, porque es ilegal, porque se usará dinero de todos para alimentar la codiciosa inconsciencia de unos pocos, porque no respetáis el legado patrimonial de los que anduvieron antes, porque no apreciáis la belleza de la naturaleza y porque habéis ofendido al numen del río:

Que el río decida, ESTA PRESA, NO.

1 comentario:

chesca hache dijo...

A vueltas con el rio
a vueltas con la presa
a vueltas con darle vueltas
a las cabezas

al final lo que es del rio
el rio se lo llevará
y para eso no nos queda otra
esperar y esperar

Publicar un comentario